dia 89



Las infernales mañanas de estío
me recuerdan que volverán las oscuras golondrinas del frío,
el arropamiento de los brazos ajenos,
las noches de porros, bufandas y portales huérfanos de amantes.
Son inmóviles, como mi cuerpo,
pero me quedan las manos,
la lengua,
los ojos
y la ansiedad de querer salir corriendo y no poder.
Ayer fue el sol quien me incitó a beber,
hoy ha sido la resaca.
Esto no ha hecho más que empezar, pero ya no lo soporto.
Tengo alma de finesa.
Ahoguemos al poeta,
suicidemos al escritor maldito,
ahorquemos al intelectual y violemos al fotógrafo....
¿Qué nos quedará entonces?
El Corte Inglés con su aire acondicionado en verano.

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