Día 20
Entre tu pierna y mi mano
hay un abismo inabarcable;
mayor que mis ganas de verte,
inverso al tiempo que resisto tus pupilas
y directamente proporcional a mi transparencia.
Tu piensas en cantar temas
y yo en enmarcar un pentagrama con tus silencios.
Dos realidades convergentes
en una irrealidad paralela.
Porque es olerte
y pensar en besarte,
sentir cerca tus pies
y necesitar un espacio nuestro.
Un rechazo a lo ajeno
y nostalgia de lo eximido.
Podría decirte todo mucho mejor
pero cuando te veo,
sólo puedo contar los lunares de tu cuello.
Y siempre son seis.
Comentarios