dia 97

Hay días en los que se levanta y sólo siente aquel anuncio que ponen en la radio sobre la prostitución en países del Este. Hay días en los que ni siquera se emociona. Se mira al espejo de frente y de perfil, se aprieta la tripa formando michelines, y en cada pellizco que se da, recuerda cada uno de los veranos de su adolescencia... Pero de repente aquel día del apagón, en el que se despertó veinte minutos tarde por no funcionar la radio. Aquel día no se miró al espejo, se peinó en el ascensor con aquella placa metálica como de reflejo y se fue hacia le estación de cercanías. Avanzó entre aquella pequeña multitud hasta que en un pequeño oasis, ausente de personas, se pudo situar. Cogió un diario gratuíto que encontró sobre la papelera, y antes de abrirlo, los ojos de ella le hicieron de freno ante la próxima lectura de titulares. Vestía de ejecutiva y portaba un maletín que él imaginaba repleto de contratos que hoy firmarían todos los clientes que ella dirigía. También la imaginó quitándose la ropa cuando llegaba exahusta de trabajar, quitándose primero la medias, la falda, la camisa.... y andando en sujetador y bragas por la casa hasta llegar a la cocina para beber un poco de agua.
Era muy pronto aunque el apagón hubiera hecho que durmiera unos minutos más, pero ella parecía que llevaba quince horas despierta. Estaba pletórica, seguro que si la hubiera visto una noche en un bar le hubiera dicho algo, pero eran las 7 de la mañana y una vía del metro les separaba.
Llegó su metro y se subió. Al ser una de las primeras paradas de su línea siempre podía coger un buen sitio antes de llegar a GRan Vía, sin embargo no se sentó. Fue directo a la ventanilla para poder verla hasta entrar en el túnel. Y allí seguí ella mirándole. ¿Cómo se llamaría? ¿Cuantos años tendría....?


Bla bla bla bla.. podría ser el inicio de una novela de la vida anterior a este momento de dos personajes Carlos y Silvia, podría ser una mierda de fumada como estoy.... pero sólo sé que acabaría un minuto más tarde del inicio de la historia: el once de marzo de 2004 en la estación de El Pozo