Dia 85



Acaricio miradas de E.M.T,
susurro maullidos de gata abandonada
y me despiertan los berridos de mi vientre
de los hijos que nunca tendré.
Tengo insomnio diurno
mientras masco los chicles que tiran los yonkis en los semáforos;
y la canción se repite,
la puta canción abandonada en el cajón del poeta se vuelve a repetir.
Y ya nada tiene sentido,
pero cuando me vaya
encontrarás el camino sesgado y señalado.
Sigue las flechas y no me llores.
Te las pongo con estos dedos que ya no saben escribir sino labrar.
Cámbiame otra vez,
dame la alegría que nunca me dejó sonreir.
Dame el cansancio del atleta retirado
que sube a su quinto sin ascensor con los mellizos a cuestas.

Desde un lugar que me conecta con el cielo y la tierra,
y me desubica absolutamente...

Comentarios

Tesa Medina ha dicho que…
Has vuelto con fuerza, pasión y furia. Al leerte con gusto y detenimiento he pensado en este fragmento de un poema de Lorca, de su libro Poeta en Nueva York, si no lo tienes deberías conseguirlo, te lo recomiendo.

Dedicado a esa mujer desubicada con insomnio diurno.

“…Llegaban los rumores de la selva del vómito
con las mujeres vacías, con niños de cera caliente,
con árboles fermentados y camareros incansables
que sirven platos de sal bajo las arpas de la saliva.
Sin remedio, hijo mío, ¡vomita! No hay remedio.
No es el vómito de los húsares sobre los pechos de la prostituta,
ni el vómito del gato que se tragó una rana por descuido.
Son los muertos que arañan con sus manos de tierra
las puertas de pedernal donde se pudren nublos y postres…”

Te echaba de menos.
Besos.
Paula ha dicho que…
me gusta mucho cómo escribes, chiquilla

consigues afectarme

¿cómo estás?

Un fuerte abrazo
petra ha dicho que…
la vida es mejor cada segundo que la disfrutas

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