Día 2


La calle es de los que pasean bajo la lluvia.
Cojos de amores y sonámbulos del deseo
bajo altavoces delirantes.
A la vuelta de la estima
no hay sombra que te eche en cara quien eres
ni piropos que den el día libre a los seguratas
de tus ateos complejos que no saben rezar.
El día que te vi, supe que no encontraría nunca tanta belleza
pero ahora,
¿sabes a qué me sabe tú tristeza?

a los miles de silencios que llevas detrás.

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