Día 9


No venden tiritas que protejan heridas en carne viva
Hay que dejar que les de el aire
que cautericen los tragos del pasado.

Pero a veces llueve más dentro que fuera
y otras veces,
los noviembres se repiten
como una comida familiar de postre amargo.
Tu y yo no hemos encontrado la armonía
porque no existe compás que siga tus pasos.
Un dos tres, un dos, un dos tres...
Mientras,
yo,
de uniforme heredado,
subida a la tapia,
intento descifrar tus mismas notas desordenadas
de siempre.
Suspenso en religión.
Sobresaliente en conocimiento del miedo.

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