Día 26



Te preguntaron si ventana o pasillo
y respondiste que caja negra
para guardar los recuerdos
para salvar las palabras.

Pero las palabras no nos pertenecen
aunque las cambiemos por vida
vino
besos.

Es tu mirada hipnótica con copyright
y ciertas consonantes que abren semáforos
lo que me llevó a pasarte la mano por encima...

y la rozaste con la levedad contenida del deseo.

No sé si fue antes o después,
a veces todo sucede en el miedo
en ese espacio de nadie
en ese lugar de todos.
Porque yo deseaba tocarte de más
y tú me abriste los balcones de tu cama
mucho antes de que el poeta acabara su cuento.

Lo que no sabes es que hay poemas que nunca terminan
y tú me pediste uno de esos.
No sé estar a tantas cosas a la vez y casi nunca a la altura
pero hay noches que cambian vino por versos
y caricias por ronroneos.

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